aprovechado de todo esto
Las manipulaciones del sistema monetario y del sistema de cambio constituyen
el mayor escándalo de nuestra época. Por vez primera, la estafa monetaria
alcanza dimensiones mundiales -se está desarrollando efectivamente a través
del mundo entero-, sin que ningún gobierno sea capaz de controlarla ni de
ponerle fin o de impedirla. Formalmente, es incluso legal debido a razones
obsoletas.
2 de marzo de 2008
La etapa decisiva en la ruptura con la moneda de Estado se produjo con la
fundación, en 1913, del Sistema Federal de Reserva de Estados Unidos. Desde
finales del siglo XIX, los bancos que se hallaban bajo control del imperio
Rotschild emprendieron una gran campaña para apoderarse del control de la
economía estadounidense. Los Rotschild, provenientes de Europa, financiaron
el Banco J.P. Morgan & Co., el Banco Kuhn Loeb & Co., John D. Rockefellers,
Standard Oil Co., los ferrocarriles de Edward Harriman y las fábricas de
acero de Andrew Carnegie.
Alrededor del año 1900, los Rotschild enviaron a Estados Unidos a uno de sus
agentes, Paul Warburg, quien debía cooperar con el Banco Kuhn Loeb & Co.
Jacob Schiff y Paul Warburg [quienes] emprendieron una campaña tendiente a
instaurar varios «Federal Reserve Banks» (FED), instituciones privadas de
emisión de moneda. Con el apoyo de los dos grandes grupos financieros
Rotschild y Rockefeller, lograron fundar un banco central privado con
derecho a emitir su propia moneda, medio legal de pago garantizado al
principio por el Estado. La instauración de la FED, en 1913, permitió que
los banqueros internacionales pudieran consolidar su poderío financiero en
Estados Unidos. Paul Warburg fue el primer presidente de la FED.
Después de la fundación de la FED se produjo la adopción de la 6ª enmienda
de la Constitución estadounidense, que permitió que el gobierno cobrara un
impuesto sobre los ingresos. Era consecuencia del hecho que el gobierno no
pudiera ya emitir su propia moneda. De esa manera, los banqueros
internacionales se apropiaban indirectamente del patrimonio privado del
ciudadano estadounidense. En aquel momento, los accionistas más importantes
de la FED eran:
1. Los bancos Rothschild de París y de Londres
2. El Banco Lazard frères de París
3. El Banco Israel Moses Seif en Italia
4. El Banco Warburg en Amsterdam y Hamburgo
5. El Banco Lehmann en Nueva York
6. El Banco Kuhn Loeb & Co.en Nueva York
7. El Banco Rockefeller Chase Manhattan en Nueva York
8. El Banco Goldman Sachs en Nueva York.
Después de la Primera Guerra Mundial, las reservas mundiales de oro se
acumularon en aquel banco privado que en realidad era la FED, de manera que
numerosos bancos centrales no pudieron seguir manteniendo el patrón oro y
sus países se vieron inmersos en la deflación, produciéndose así la primera
crisis económica mundial.
Durante la Guerra Mundial, Estados Unidos llegó a exigir que los países en
guerra le pagaran con oro las armas que compraban. Al terminar la guerra, el
oro de Alemania se convirtió en botín de guerra. Más de 30,000 toneladas del
oro mundial se acumularon así en Estados Unidos.
Ese oro sirvió de cobertura al dólar. Pero, como gran parte de esos dólares
estaba haciendo el papel de reserva monetaria en las cajas de los bancos
centrales extranjeros, Estados Unidos pudo seguir imprimiendo más dólares,
en cantidades que ya no correspondían con sus reservas en oro.
En efecto, los demás países necesitaban dólares para poder comprar materias
primas, que se compraban solamente con esa moneda. Además del oro, el dólar
se convirtió así en una de las principales reservas monetarias de los bancos
centrales extranjeros.
Había comenzado el reinado mundial del dólar. En 1971, Richard Nixon (el
presidente número 37 de Estados Unidos, de 1969 a 1974) anuló la
convertibilidad del dólar en oro y, al mismo tiempo, la garantía del Estado
sobre el valor del dólar. Desde entonces, el valor del billete verde no está
en correspondencia con las reservas de oro ni está garantizado por el
Estado. Se trata por tanto de la moneda privada libre de la FED. Pero la
masa monetaria de dólares que la FED pone en circulación (desde marzo de
2006, la FED no ha publicado más la cifra de la masa monetaria M3) se ha
convertido en un problema sin solución: la masa mundial de bienes se
cuadriplicó durante los últimos 30 años, pero la masa monetaria se
multiplicó por 40.
¿Cómo funciona este banco privado con derecho a imprimir los dólares? La FED
produce dólares. Los presta al gobierno de Estados Unidos a cambio de
obligaciones que le sirven [a la FED] como «garantías». Los bancos de la FED
en posesión de esos títulos perciben intereses anuales. Muy astutos, ¿no les
parece?
Ya en 1992, las obligaciones en poder de la FED alcanzaban un valor de 5
trillones de dólares, y los intereses que paga el contribuyente
estadounidense siguen aumentando constantemente. La FED se apoderó de ese
increíble patrimonio prestándole dinero al gobierno de Estados Unidos y
cobrándole después intereses. El contravalor es ese papel verde que se
conoce con el nombre de dólar.
Es importante repetir que no es el gobierno de Estados Unidos quien emite el
dólar, sino la FED, que a su vez se encuentra bajo el control de bancos
privados y que pone a disposición del gobierno cantidades de dinero y, como
contrapartida, cobra jugosos intereses y recoge impuestos. Nadie se da
cuenta de esta artimaña. Además, las obligaciones que el gobierno emite
otorgan a la FED una garantía, de carácter público y privado, sobre el
conjunto de bienes y fondos de Estados Unidos. Numerosas acciones jurídicas
han tratado de obtener la anulación de la ley sobre la FED, sin éxito hasta
el momento.
El presidente John F. Kennedy fue el primero que trató de transformar la FED
emitiendo un decreto presidencial («executive order number 11110»). Poco
después, fue asesinado, probablemente por su propio servicio de
inteligencia. Lo primero que hizo su sucesor, Lyndon B, Johnson, en el avión
presidencial que lo traía a Washington desde Dallas, fue anular el decreto
de Kennedy.
¿Cuál es la situación actual? Los bancos privados tratan por todos los
medios de mantener y reforzar su gigantesca fuente de ingresos: el dólar.
Y a los países que quieren establecer sus relaciones comerciales
internacionales [en adelante] sobre la base del euro, como Irak, Irán o
Venezuela, se les tilda de terroristas.
Se obliga a los gobiernos a vender sus productos a Estados Unidos a cambio
de dólares carentes de valor, y el desenfrenado aumento de liquidez
proporciona a la alta finanza [internacional] las sumas ilimitadas que le
permiten comprar el mundo entero.
Los bancos centrales del mundo entero se ven obligados a acumular dólares
sin valor como «reservas monetarias». El dólar estadounidense es la moneda
privada de la alta finanza, moneda que nadie garantiza, que no dispone de
otra garantía que la propia, moneda que se utiliza para maximizar la
ganancia, acrecentada sin vergüenza alguna, que se utiliza como medio de
dominación mundial y para acaparar las materias primas y otros valores del
mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario