Hace ya dos meses que publique este articulo que tuvo una gran repercusión en el grupo, recuerdo haber recibido mas de 70 mail con comentarios de distinto tenor, muchos de ellos no había comprendido su significado. Como en su momento no hubo debate alguno creo oportuno hoy iniciar una serie de debates de las newsletters enviadas.
Desde mi adolescencia, estuve impresionado por la vida de Onasis, un hombre que de la nada había conseguido crear un imperio en muy poco tiempo. La existencia de este increíble personaje llego temprano a mi vida. Un íntimo amigo de mi padre era algo así como jefe de personal de Stand Electric, una compañía americana instalada en Argentina. Estando con el mi padre en un bar tomando un vermouth, en esos momentos recuerdo que estaba muy de moda Cinzano, Carlos, contó en aquella oportunidad, que había tenido en su mano el legajo de Aristóteles Onasis durante el corto período que había transcurrido como empleado de la empresa. Lo sorprendente de la charla que quedo gravado en mi mente fue cuando Carlos dijo que había sido despedido por no tener capacidad suficiente.
Se pueden imaginar con mis diez o doce años la impresión que causo en mi escuchar esa conversación alrededor de un hombre que había construido un imperio y que había sido despedido en una empresa por su incapacidad, donde el amigo de mi padre había conseguido un puesto jerárquico. Simplemente alucinaba! Mas adelante pude saber que historias como esta eran moneda corriente entre muchísimos hombres que habías hecho historia y que en su edad escolar habían sido considerados estudiantes mediocres como en el caso de Einstein, cuando no tontos como en el caso de Edison. Muchas veces he escuchado, como mucha gente intenta dar explicaciones sobre el modo en que Onasis había construido su fortuna, y tengo que decir, para fraseando a un filosofo que lamentablemente no recuerdo su nombre, ha dicho que el hombre es el único ser que come cuando no tiene hambre, que bebe cuando no tiene se y que habla cuando no tiene nada que decir.
Impresionado por esa experiencia, no perdí oportunidad de leer cuando llegara a mi mano sobre la vida de este misterioso personaje. Pueden imaginar el impacto que en un niño de doce años puede causar escuchar esas historias fantásticas. Simplemente me llenaban de curiosidad. Un día llego a mí un reportaje que le había realizado la revista Life, por entonces muy prestigiosa y preferida de mi madre. La lectura de dicha entrevista transformo mi vida para siempre, produjo un verdadero click en mi cerebro, fue como encender una luz que jamás volvió a apagarse. Hoy quiero compartir con ustedes parte el contenido de esa entrevista, reconstruida con mis palabras, con la esperanza que encienda en alguno de ustedes la misma luz que tanto provecho proporcionó a mi vida.
Luego de las primeras preguntas de rigor de todo reportaje, llego lo que comúnmente conocemos como la pregunta del millón.
¿Cual es el secreto para poder crear un imperio como el que uste ha construido?
Onasis, esbozo una sonrisa sabiendo que esa pregunta iba a llegar de un momento a otro. Evidentemente venía bien preparado.
Saco del bolsillo de su chaqueta una agenda de donde extrajo una tarjeta del tamaño de una baraja y se la entrego al reportero. Inmediatamente le pregunto
-¿Dígame que es lo que ve usted?
El reportero, miro atentamente la tarjeta y luego de unos segundos respondió
-¿Veo una simple mancha?
-¿Una simple mancha? Esta Usted seguro de lo que me dice? Replico Onasis
-¿Absolutamente seguro, al menos eso me parece, volvió a decir el reportero luego de observar por segunda vez la tarjeta con mayor atención.
-¿Permítame que la revise nuevamente, quizás me haya confundido de tarjeta, dijo Onasis solicitándole le retornara la tarjeta para cerciorarse que era la correcta.
-¿Mire usted, que yo estoy viendo con toda claridad mejicanos de oro. Dijo el Magnate, devolviéndole la tarjeta al reportero.
Este, la cogió nuevamente con cara de asombro volvió a observarla con mucha atención, y luego de mucho tiempo respondió
-¿Ah!!! Si ahora los veo, que tonto! Tiene usted razón, son Mexicanos de oro!
-¿Pero yo fui el que lo ví primero! Replicó Onasis, y continuo diciendo
-¿La gente mira pero no ve, mire usted que donde yo veo riquezas usted ve manchas. Hay que saber mirar para ver
Espero que les haya sido de utilidad! Por lo menos tanto como lo fue para mi!
Tuve la suerte de haberlo leído cuando solo contaba con doce años de edad.
Muchas Gracias!
Daniel
--
Por una "HUMANIDAD MAS HUMANA " ...en XinergiaS !!!
Xaludos
Amilcar Perez Lista ( Xibersor )
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Desde mi adolescencia, estuve impresionado por la vida de Onasis, un hombre que de la nada había conseguido crear un imperio en muy poco tiempo. La existencia de este increíble personaje llego temprano a mi vida. Un íntimo amigo de mi padre era algo así como jefe de personal de Stand Electric, una compañía americana instalada en Argentina. Estando con el mi padre en un bar tomando un vermouth, en esos momentos recuerdo que estaba muy de moda Cinzano, Carlos, contó en aquella oportunidad, que había tenido en su mano el legajo de Aristóteles Onasis durante el corto período que había transcurrido como empleado de la empresa. Lo sorprendente de la charla que quedo gravado en mi mente fue cuando Carlos dijo que había sido despedido por no tener capacidad suficiente.
Se pueden imaginar con mis diez o doce años la impresión que causo en mi escuchar esa conversación alrededor de un hombre que había construido un imperio y que había sido despedido en una empresa por su incapacidad, donde el amigo de mi padre había conseguido un puesto jerárquico. Simplemente alucinaba! Mas adelante pude saber que historias como esta eran moneda corriente entre muchísimos hombres que habías hecho historia y que en su edad escolar habían sido considerados estudiantes mediocres como en el caso de Einstein, cuando no tontos como en el caso de Edison. Muchas veces he escuchado, como mucha gente intenta dar explicaciones sobre el modo en que Onasis había construido su fortuna, y tengo que decir, para fraseando a un filosofo que lamentablemente no recuerdo su nombre, ha dicho que el hombre es el único ser que come cuando no tiene hambre, que bebe cuando no tiene se y que habla cuando no tiene nada que decir.
Impresionado por esa experiencia, no perdí oportunidad de leer cuando llegara a mi mano sobre la vida de este misterioso personaje. Pueden imaginar el impacto que en un niño de doce años puede causar escuchar esas historias fantásticas. Simplemente me llenaban de curiosidad. Un día llego a mí un reportaje que le había realizado la revista Life, por entonces muy prestigiosa y preferida de mi madre. La lectura de dicha entrevista transformo mi vida para siempre, produjo un verdadero click en mi cerebro, fue como encender una luz que jamás volvió a apagarse. Hoy quiero compartir con ustedes parte el contenido de esa entrevista, reconstruida con mis palabras, con la esperanza que encienda en alguno de ustedes la misma luz que tanto provecho proporcionó a mi vida.
Luego de las primeras preguntas de rigor de todo reportaje, llego lo que comúnmente conocemos como la pregunta del millón.
¿Cual es el secreto para poder crear un imperio como el que uste ha construido?
Onasis, esbozo una sonrisa sabiendo que esa pregunta iba a llegar de un momento a otro. Evidentemente venía bien preparado.
Saco del bolsillo de su chaqueta una agenda de donde extrajo una tarjeta del tamaño de una baraja y se la entrego al reportero. Inmediatamente le pregunto
-¿Dígame que es lo que ve usted?
El reportero, miro atentamente la tarjeta y luego de unos segundos respondió
-¿Veo una simple mancha?
-¿Una simple mancha? Esta Usted seguro de lo que me dice? Replico Onasis
-¿Absolutamente seguro, al menos eso me parece, volvió a decir el reportero luego de observar por segunda vez la tarjeta con mayor atención.
-¿Permítame que la revise nuevamente, quizás me haya confundido de tarjeta, dijo Onasis solicitándole le retornara la tarjeta para cerciorarse que era la correcta.
-¿Mire usted, que yo estoy viendo con toda claridad mejicanos de oro. Dijo el Magnate, devolviéndole la tarjeta al reportero.
Este, la cogió nuevamente con cara de asombro volvió a observarla con mucha atención, y luego de mucho tiempo respondió
-¿Ah!!! Si ahora los veo, que tonto! Tiene usted razón, son Mexicanos de oro!
-¿Pero yo fui el que lo ví primero! Replicó Onasis, y continuo diciendo
-¿La gente mira pero no ve, mire usted que donde yo veo riquezas usted ve manchas. Hay que saber mirar para ver
Espero que les haya sido de utilidad! Por lo menos tanto como lo fue para mi!
Tuve la suerte de haberlo leído cuando solo contaba con doce años de edad.
Muchas Gracias!
Daniel
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Xaludos
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